domingo, 13 de julio de 2014



Cómo quisiera que volviera
ese sábado a la tarde en La Plata,
en que el tiempo parecía
estarse quieto.

No sé si sería la humedad,
la casi niebla,
o que yo me sentía tan a salvo
a pesar de todo.

Un ratito de quietud en el alma
es lo que necesito
para que las alas que me rozan
no sean de muerte
sino de ángeles.

                              03/06/14

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