lunes, 13 de junio de 2011

Mujer alada en cielo suburbano


Hoy me desperté atornillada al piso

y aunque miraba al cielo no podía estirarme

Intenté tensar mi cuerpo, pero no pude remontarme.

La sangre me pesa demasiado hoy

tantas emociones, tantas ausencias desatadas

que se coagulan como plomo en cada músculo.

Sin embargo no importa demasiado.

Desde algún remoto rincón

–en las retinas de mi alma- puedo verla:

ella, claramente, vuela por mí.

A ella Carla la ha pintado liviana

“Mujer alada en cielo suburbano” la ha llamado.

Ella prepara un cielo para mí.

Algún apretado grupo de estrellas

que tiren de mi pesada humanidad

hasta desprenderla cual pellejo que cae.

El corazón me dice que lo estamos logrando:

empiezo a vislumbrarme junto a ella

gracias al coraje de Carla que se animó a pintarla

y me la regaló un 18 de marzo.

Julio de 2006