No hay nada aquí. Sólo pequeñas felicidades (para coser y armar la vida).

Que sea domingo y estemos los tres tirados en la cama grande. 

Que no haya que salir temprano. 

Que nos matemos de risa, jugando y haciéndole a la nena 
“sanguchito de beso” –cómo le gusta–
y encontrar después nuestras miradas.

Gozoso y extraño diálogo del silencio 
concentrado hacia un tercero. 

Enero

Quisiera ser una mirada

y escapar por la ventana

volar hasta los cerros

saltar de uno a otro.

Rayuela pedregosa y escarpada.

Mancharme de violeta.

Contundente. Transparente.

Y perderme…

como de reojo

como ser sin ser. 

La oscuridad desde adentro

“Nadie se compara a ti”, dice ella

mientras las sombras en el campo

al costado de la ruta

se extienden hasta perderse.

No hay nubes en el cielo

las manchas oscuras

por lo tanto

son otra cosa

ella repite, con ojos de desamparo:

“Nadie se compara a ti”

Esquivando su mirada, descubro

al otro lado de la ruta, las barrancas

contra las que choca mi vista

tan lejos de la cordillera, tan cerca del mar.

Y las sombras del miedo

OK. Nadie se compara a mí. Te creo.

Salgamos entonces del camino

y entremos en las sombras.

Quizás desde adentro

la oscuridad

no asuste tanto.

Se anuncia buen tiempo (cielito lindo)

Se anuncia buen tiempo (cielito lindo) - Carla Llobeta (1 x 1,20 mts)

“Se anuncia buen tiempo (cielito lindo)”

¡Pero, cómo!

¿No ves la negritud abrazando mi piel?

“Se anuncia buen tiempo (cielito lindo)”

Es imposible. Despertate. Mirá bien.

Ya no queda lugar para una gota más de oscuridad.

“Se anuncia buen tiempo (cielito lindo)”

¿Tampoco escuchás?

Si no querés ver, escuchá lo que te digo.

“Se anuncia buen tiempo (cielito lindo)”

¿Vos decís que el rojo que asoma no es ya sangre?

Y esa cosa extraña en el horizonte, será…

“Se anuncia buen tiempo (cielito lindo)”

Creo que no recuerdo cómo era el sol, el color del cielo claro.

Tendré que enseñar a mis ojos a entender el “buen tiempo”.

“Se anuncia buen tiempo (cielito lindo)”

Está bien. Te creo, cielito lindo,

se anuncia buen tiempo… 

Si un silencio

de esos

que se puede tocar

te rodea

te atrapa

te tiene en sus fauces

no te resistas

no luches

no respires

sólo dejate llevar

escuchalo bien.

Sabe lo que hace.

Mi tierra no es de primaveras.

En el desierto se vuelven grises

hasta los verdes más pintados.

Mi tierra es de otoños.

En ellos estallan los colores

y la mirada no alcanza

para guardar tanto naranja

tanto rojo y amarillo.

Parece que la vida

se vistiera de fiesta

para ir a morir.

Así es de rara mi tierra.

Linda de adioses y despedidas

pero no de tristezas.

Son adioses coloridos,

llenos de vida.

Quizá por eso

no puedo quedarme quieta.

Siempre de un lado a otro

sembrando cariños

para luego partir.

Ya la nostalgia y el amor

se encargarán de regarlos

de tirar hacia abajo las raíces

para que lleguen hasta lo más hondo.

Donde sólo está el corazón.

Donde sólo quedan

los amarillos, los rojos, los naranjas

y el otoño de mi tierra.